Alberto Toril lleva tiempo acostumbrado al ruido en el Real Madrid, con frecuentes abucheos y cánticos de «Toril, vete ya» en Valdebebas. A pesar de ello, el técnico cordobés siempre ha mantenido la confianza en su equipo, insistiendo en que era solo cuestión de tiempo para que el crecimiento y la mejora dieran sus frutos. Sin embargo, la preocupación en el club aumentó recientemente debido a la mala imagen del equipo tras encadenar dieciocho derrotas en el Clásico, muchas de ellas contundentes.
El Madrid resucita
Esta semana, sin embargo, llegó la recompensa. El conjunto blanco venció al Arsenal (2-0) en la ida de los cuartos de final de la Champions —la vuelta será el miércoles a las 21:00h— y, pocos días después, logró su primer triunfo histórico ante el Barça. Con estos resultados, Toril acalló las críticas y reafirmó su estilo tras la importante victoria en Montjuic, que deja al Madrid a solo cuatro puntos del liderato cuando restan siete jornadas para el final de la liga.
«Seguimos creciendo, aunque desde fuera a veces haya dudas. Contamos con un gran equipo, con muchas jugadoras jóvenes que evolucionan y tienen hambre de éxito», señaló el cordobés, cuya estrategia y cambios fueron determinantes en ambos encuentros. Su posición al frente del conjunto madrileño se fortalece, y una victoria en Londres podría llevar al equipo a las semifinales de la Champions por primera vez en su historia, un hito que llegaría cinco años después de su fundación oficial.
Un clásico que prometía decepciones
En el Clásico, su planteamiento inicial no apuntaba a una victoria, con hasta seis cambios en el once respecto al equipo que venció al Arsenal. Sin embargo, su plan funcionó a la perfección, a pesar de las importantes bajas en el centro del campo de Leupolz y Teresa Abelleira, ambas lesionadas en la rodilla.
Toril apostó por la prudencia y no arriesgó con jugadoras clave como Linda Caicedo o Caroline Weir, quienes arrancaron en el banquillo para evitar una sobrecarga de minutos antes de la vuelta de cuartos de la Champions. Su ingreso en el campo resultó decisivo, llegando en el momento justo para cambiar el rumbo del partido. Fueron fundamentales en la remontada tras el 1-1 y el polémico gol anulado al Barça (que hubiera sido el 2-1). Más allá de la táctica, el técnico transmitió actitud y carácter a sus jugadoras, impulsándolas a firmar un gran partido con la máxima motivación.
«Hemos derribado la barrera psicológica…», valoró Toril tras la histórica victoria ante el Barça. El entrenador destacó el esfuerzo de su equipo: «Tenemos jugadoras de gran nivel y el mérito es suyo. Están disfrutando, y eso da valor al trabajo que realizamos». Sin hacer ruido, el cordobés se reivindicó, consolidando su liderazgo tras meses de turbulencias.
La confianza de la directiva
No es la primera vez que Toril, quien celebró su partido número 150 al frente del equipo, logra sobreponerse a las dudas. «Estoy aquí ahora, pero si en el futuro sigo o no en el club, o si estoy en otro lado, no pasa nada. No me voy a morir… Esto es fútbol, no la vida. Hago mi trabajo lo mejor que puedo, y a veces me equivoco, como todos. Este resultado también nos gusta y refuerza la línea en la que estamos», declaró con serenidad tras la victoria sobre el Arsenal, en lo que fue su primera gran noche europea.
Su renovación hasta 2026 se cerró el pasado mes de junio, en un contexto de incertidumbre tras una eliminación prematura en Champions y en la Copa de la Reina, además de una mala racha de resultados. Como adelantó Relevo, el acuerdo tenía ciertos matices, ya que su continuidad no se limitaba al banquillo del equipo femenino, sino que lo vinculaba al club de manera más amplia. Desde entonces, su posición no ha cambiado y sigue contando con la confianza de la directiva encabezada por Florentino Pérez.
¿Hará historia?
Alberto Toril, quien asumió el mando del equipo el 29 de noviembre de 2021 tras la destitución de David Aznar y logró revertir la situación, tiene ahora la oportunidad de dar un nuevo golpe sobre la mesa. De momento, su nombre ya queda inscrito en la historia como el entrenador de la primera victoria del Real Madrid en un Clásico.
«Es un momento inmejorable: cumplir 150 partidos y vencer al Barça en su estadio con un resultado contundente. Esto reafirma que vamos por el buen camino. En este club la exigencia es máxima y hay que ganar. Vamos a por más, a seguir creciendo y acercarnos a lo que queremos, que ya no está tan lejos», afirma Toril, quien ha disipado muchas dudas en apenas dos encuentros.
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