Ni los Celtics, ni los Mavericks, ni los Knicks… El líder de la NBA proviene de uno de esos estados ‘anónimos’ que suelen pasar desapercibidos: Ohio. Allí, a orillas del lago Erie y frente a Detroit, se encuentra Cleveland, una ciudad de poco más de 350,000 habitantes. Mientras sueña con revivir los éxitos de los Browns en la NFL y los Guardians (antes conocidos como los Indians) en la MLB, Cleveland encontró en LeBron James el impulso para devolver el orgullo al estado. Gracias al talento del alero, la ciudad no solo alcanzó finales de la NBA, sino que también celebró el histórico campeonato de 2016, el último gran triunfo de una urbe marcada por el humo de sus fábricas y la crudeza de sus inviernos.
La ansiada reconstrucción
La partida del ‘Rey’ LeBron James rumbo a Los Ángeles dejó al equipo huérfano, pero los Cavaliers no tardaron en encontrar un nuevo camino: apostar por la juventud. Esta estrategia les permitió mantenerse entre los equipos punteros del Este. Primero, con JB Bickerstaff al mando, confiaron en jugadores como Ricky Rubio y Collin Sexton. A estos nombres se sumaron Jarrett Allen, Darius Garland, Evan Mobley y, como broche de oro, Donovan Mitchell. El proyecto se consolidaba en playoffs, aunque era evidente que necesitaban un impulso extra.
El pasado mayo, tras caer ante los Celtics, los Cavs tomaron una decisión drástica: cesaron a Bickerstaff y confiaron el timón del equipo al primer entrenador español en la historia de la NBA. ¿El primero? Bueno, no exactamente. Jordi Fernández fue el primer técnico nacido en España en dirigir una franquicia como entrenador principal, pero no el primer entrenador de nacionalidad española en ocupar ese rol.
Ese honor pertenece al actual técnico de los Cleveland Cavaliers, Kenny Atkinson, quien ha logrado preservar la esencia del equipo: velocidad en transición y fluidez en el movimiento de balón. Gracias a su dirección, los Cavs se han convertido en el mejor equipo de la competición hasta el momento. De hecho, el conjunto de Ohio sigue invicto, con nueve victorias en igual número de partidos, marcando el mejor inicio en la historia de la franquicia.
La miel en los labios
«La temporada es muy larga y ganar en esta liga es extremadamente difícil, así que cuando tienes momentos como este, hay que celebrarlos un poco», declaró Kenny Atkinson, quien asumió el mando de los Cavaliers tras su etapa como asistente en los Golden State Warriors. El técnico subrayó la consistencia de su equipo en todos los aspectos del juego y destacó la importancia del esfuerzo colectivo: «Cuando ganas nueve partidos seguidos, no es cosa de uno o dos jugadores, es el trabajo de todo el equipo».
Ese enfoque colectivo, combinado con un estilo ofensivo que prioriza el ataque (los Cavs son el equipo más anotador de la liga, promediando 123,9 puntos por partido y un rating ofensivo de 122,1), encaja perfectamente con la filosofía de Atkinson. Su preferencia por un baloncesto libre de ataduras rígidas y que da protagonismo a la creatividad de los jugadores en ataque está rindiendo frutos. De momento, el resultado no podría ser mejor.
Todo empezó en los Nets
Atkinson tuvo su primera oportunidad como entrenador principal en los Nets. Mikhail Prokhorov, el oligarca ruso que era dueño de la franquicia en ese momento, le confió el equipo tras su etapa como asistente en los Atlanta Hawks. Este nombramiento lo convirtió en el primer entrenador de nacionalidad española en la historia de la NBA. ¿Cómo es posible?
El sabor español
Kenny Atkinson nació en Huntington, Nueva York, lo que le otorga la nacionalidad estadounidense. Sin embargo, su pasaporte también incluye la nacionalidad española. Esto se debe a su etapa como jugador en España, donde pasó cuatro años compitiendo en el baloncesto nacional con equipos como Canoe, Zamora, Salamanca (con el que debutó en la ACB bajo las órdenes de Pedro Martínez) y Calpe Aguas Valencia. Durante ese tiempo, conoció a su esposa, una sevillana, lo que le permitió obtener la doble nacionalidad y convertirse en el primer entrenador con nacionalidad española en dirigir como técnico principal en la NBA.
Atkinson dejó Estados Unidos a los 26 años tras su paso por la NCAA y la CBA, y regresó a los 40 años con una trayectoria marcada tanto en lo personal como en lo profesional. Su carrera como técnico comenzó en Europa, justo después de retirarse como jugador en 2004 con el Nantes. Desde entonces, se ha consolidado en los banquillos de la NBA. Tras su etapa con los Nets, continuó su camino como asistente en los Clippers y los Warriors. Ahora, ha asumido nuevamente el rol de entrenador principal, liderando a unos Cavaliers que, hasta el momento, son el mejor equipo de la NBA.