Dentro del vasto repertorio de refranes que conforman el refranero español, uno de ellos parece describir a la perfección la situación actual en la segunda parte de la temporada de MotoGP. Este refrán reza que «hasta lavar los cestos, todo es vendimia», lo que equivale a decir que hasta que se cruce la línea de meta en la última carrera, cualquier cosa puede suceder. Tras el Gran Premio de la India, Jorge Martín se encuentra a tan solo 13 puntos de Pecco Bagnaia, a pesar de que hace apenas tres carreras los separaban a más de dos carreras de distancia. En este momento, el marcador se encuentra prácticamente en cero, y el piloto madrileño ha avivado la posibilidad de que presenciamos un triplete de campeones españoles.
Piloto de primera, moto de segunda
La misión de Martín no es fácil, porque no deja de sobrevolar siempre eso de que compite contra la Ducati roja de la estructura oficial, del campeón italiano Pecco Bagnaia. En este punto, surge una pregunta en la mente de muchos seguidores: ¿es posible ser campeón del mundo con una moto satélite? La verdad es que, si miramos hacia atrás, en el pasado era impensable considerar esta posibilidad. Sin embargo, con la evolución de la tecnología electrónica y los numerosos cambios que han tenido lugar en la categoría reina en los últimos años, cualquier prejuicio sobre este tema ha quedado obsoleto.
Podios contra todo pronóstico
Martín está poniendo toda la carne en el asador, en un momento en el que su rival flojea. Primero tuvo una fuerte caída en Montmeló, en su casa, hizo lo que pudo por sobrevivir no estando en las mejores condiciones físicas tras aquel palo, y en la India confesó por primera vez tener problemas: porque ahora no es capaz de explotar su punto fuerte, la frenada. Algo cuya solución deja en las manos de sus ingenieros, en los que dice confiar ciegamente. Pero mientras Pecco duda, Jorge golpea. Y la lucha de última vuelta con Fabio Quartararo, en la que defendió con todo su segundo puesto, demuestra cuánto quiere este título, o por lo menos mantenerlo vivo.
Si Jorge lo consigue será un mundial épico, la India trajó mucho problemas al español pero se repuso de todos y cada uno. Primero, porque se tiró toda la carrera con el mono medio abierto, lo que le obligó a pergeñar una arriesgada maniobra para cerrarlo y evitar así una sanción. Después, por el casi desvanecimiento que sufrió cuando se bajó de la moto, que hizo que tuviesen que intervenir los servicios médicos y que también provocó que no compareciera ante los medios de comunicación para explicar cómo había sido esa jornada.
Moto3: La primera vez
Jorge Martín lleva desde 2021 en la máxima categoría, esperando su momento pues ya sabe lo que es ser el mejor en las categorías inferiores. En el equipo Honda Del Conca Gresini en 2017, realizó una buena temporada en Moto3 estableciendo récords de nueve poles y ganando su primera carrera en Valencia tras ocho podios. Quedó cuarto ese año, pero en 2018 se proclamó campeón de la categoría con siete victorias, tres podios y diez poles.
