En Barcelona se respira una calma tensa en torno a la figura de Ter Stegen. Hace semanas, el club ya le comunicó que no entra en sus planes, pero se ha topado con la firme intención del guardameta de seguir en el equipo, lo que ha generado un auténtico laberinto sin salidas claras.
La última opción sobre la mesa es una posible intervención quirúrgica para tratar sus problemas de espalda, lo que permitiría al club no inscribirlo esta temporada, aplazar cualquier decisión hasta enero y, mientras tanto, liberar masa salarial de forma temporal para inscribir a Joan García.
Sobran jugadores
A día de hoy, parece ser la única vía realista para el Barça. La grave lesión que sufrió el año pasado, sus actuales molestias en la espalda, un salario muy elevado y su decisión de no marcharse convierten al portero en una pieza difícil de mover. En la Ciudad Condal lo saben bien: el caso está prácticamente cerrado, salvo que aparezca una oportunidad inesperada, algo poco probable tras haber sido ofrecido sin éxito a varios clubes.
Ter Stegen volvió de las vacaciones con la intención de recuperarse de sus molestias en la espalda y con la esperanza de convencer a Hansi Flick, pese a que el técnico ya tiene su decisión tomada. Mientras tanto, el portero ha estado trabajando en el gimnasio, al margen del grupo, centrado en su puesta a punto.
Es consciente de que las molestias en la zona lumbar persisten y también de que se ha abierto una especie de guerra fría con el club. El Barça apuesta por una operación quirúrgica como la mejor solución, pero el guardameta prefiere evitar el quirófano y ha pedido algo de tiempo para valorar su evolución física tras retomar los entrenamientos.
Semana Crucial
El Barça viajará a Asia el próximo día 24, y para entonces espera tener clarificado el futuro de Ter Stegen. Será esta semana cuando Hansi Flick tome una decisión definitiva: incluir al portero en la gira o enviar un nuevo mensaje que refuerce la idea de su salida.
A la espera de esa resolución está Deco, director deportivo del club, plenamente consciente de que una parte importante de la planificación deportiva y financiera depende de si el guardameta pasa finalmente por el quirófano.
Si Ter Stegen pasa finalmente por el quirófano, estaría cuatro meses de baja, lo que permitiría al Barça no inscribirlo y posponer cualquier decisión sobre su futuro hasta enero. Esta situación abriría la posibilidad de liberar el 80% de su salario anual, estimado en 6,3 millones de euros, y destinar ese margen para inscribir a Joan García.
Sería una operación similar a la que el club llevó a cabo la temporada pasada, cuando la lesión de larga duración de Andreas Christensen, justo antes del cierre del mercado, permitió la llegada de Dani Olmo, procedente del RB Leipzig.
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