Ricky Rubio se ha convertido oficialmente en el nuevo jugador del Barça en todos los aspectos. Ya participa en los entrenamientos bajo la dirección de su ex compañero Roger Grimau, y ha completado con éxito el reconocimiento médico, formalizando así su inclusión en la plantilla culé. La única expectativa pendiente es su regreso a la acción en un partido oficial, ya que no ha jugado uno en 287 días; no obstante, esto aún deberá esperar.
Un refuerzo a contrarreloj
«El Barça ha inscrito al jugador en la ACB y en la Euroliga después de haber realizado las pertinentes pruebas médicas en la Ciudad Deportiva Joan Gamper y en el Hospital de Barcelona. El regreso de Ricky Rubio a la competición oficial llegará cuando el propio jugador lo considere oportuno», estipulaba el comunicado en el que se anunciaba una incorporación que, de hacerse, tenía que ser sí o sí antes del 7 de febrero.
El Barcelona estaba ante la urgencia de cumplir con el plazo que expiraba. Este era el límite para registrar nuevos jugadores en las plantillas de la Euroliga, y también marcaba el ‘deadline’ que el equipo azulgrana debía cumplir si deseaba contar con Ricky esta temporada en la máxima competición continental. En la ACB, el plazo se extiende hasta el 12 de mayo, coincidiendo con el final de la temporada regular. Sin embargo, estas fechas límite ahora son la menor de las preocupaciones para Rubio, quien abordará su regreso con paciencia y tiene como posible fecha de retorno a la competición el mes de marzo.
Cocinado a fuego lento
El regreso del base de El Masnou al Palau no se gestó de un día para otro. Tras semanas de conversaciones entre el jugador y Juan Carlos Navarro, finalmente se concretaron en una última charla después del partido de la Liga Endesa contra el Zunder Palencia, como informó Sport. En ese momento, la posibilidad de ver nuevamente a Ricky con la camiseta azulgrana se hizo realidad. Sin apurar ni presionar, el base comenzó a entrenar con sus compañeros. Grimau comentó: «Parece que no ha estado inactivo» después del primer entrenamiento, donde se observó a un Ricky en buena forma, aunque aún queda por determinar cuándo y cómo regresará a la acción, dejando que el jugador dicte sus propios tiempos.
«Es una decisión acertada regresar gradualmente para que pueda adaptarse al contexto que estaba generando malestar, tal como él mismo ha expresado», señaló Rafa Mateos, psicólogo en TyM, especialistas en psicología deportiva, quien proporciona perspectiva sobre la presión que Ricky Rubio puede experimentar al incorporarse como jugador. «Una variable clave es lo que en psicología denominamos ‘exposición progresiva a la situación’. Si tiene la intención de volver a competir, lo cual no sabemos con certeza, es fundamental llevar a cabo una exposición gradual. Esto implica no solo enfrentarse a las complejidades psicológicas y físicas del baloncesto, sino también a todo lo que rodea este deporte. La exposición progresiva implica familiarizarse gradualmente con el entorno mediático, interactuar con aficionados, periodistas, directivos, y todo esto lleva tiempo».
Una autentica ganga
La otra interrogante relevante tras la incorporación de Ricky es el aspecto financiero de su llegada a un club con considerables problemas económicos, como el Barcelona. En primer lugar, el Barça, que poseía sus derechos en Europa, disponía de una ficha libre (15 de las 16 posibles, ya que los canteranos no ocupan espacio en la plantilla profesional) y también contaba con margen en el presupuesto del equipo de baloncesto para realizar fichajes en caso de ser necesario, sin exceder el límite del fair play financiero impuesto por LaLiga. «No va a percibir un salario equiparable al de la NBA», afirman fuentes del club a diversos medios, haciendo hincapié en que el fichaje de Rubio no generará una carga financiera inasumible para la entidad. De hecho, aunque el salario específico es desconocido, no se ubicará entre los más altos de la plantilla.
¿Estará en el Preolímpico?
El retorno de Ricky a la competición confirma el optimismo que se había percibido en su entorno en las últimas semanas. Las positivas sensaciones ahora se han corroborado, y se espera que esto se refleje en su participación con la Selección en el próximo complicado Preolímpico que se llevará a cabo el próximo verano.
La Federación cuenta con la participación de Lorenzo Brown, quien ha reafirmado su intención de unirse a Ricky en Valencia para jugar juntos, como mencionó en una entrevista hace unos días: «Estoy ansioso por estar en la cancha con él. Me alegra saber que está de vuelta, y si está jugando, es una señal positiva tanto para él como para la afición española. Sería increíble», destaca el jugador del Maccabi sobre la perspectiva de compartir nuevamente la cancha con el jugador de El Masnou y liderar tanto en el Preolímpico como en París.